Dean y Cindy son un matrimonio que se ve afectado por el desgaste y desamor incluso tras haber sido la pareja más esperanzadora y enamorada. Instalados en una habitación del motel llamada
habitación del futuro recuerdan aquellos momentos en los que la vida parecía jugarles a favor, donde el amor permanecía vivo, latente. Es así como van rememorando aquellos momentos que marcaron el futuro de su relación tanto para bien como para mal. Dean y Cindy fueron una hermosa pareja de enamorados. Ilusos, tal vez, al creer que ese amor permanecería fuerte ante toda piedra que se le cruzara en el camino. Pero nadie puede asegurar que el amor es para toda la vida. Y esta te juega en contra cuando al pasar los años te das cuenta de que ni tu pareja ni vos siguen siendo los mismos de antes, y que ni siquiera el amor que un día se tuvieron el uno por el otro puede llegar a salvarlos. Intentarlo era como seguir regando una planta ya seca. Muerta. Por más que la siguieras regando todos los días, le dieras cariño y hasta trataras de hablarle, no volverá a florecer porque en su momento no la cuidaste como debías. Así pasa con las personas. Cuando tu pareja ya no está, cuando te das cuenta de que la perdiste, es cuando más te arrepientes de no haberlo intentado todo para traer ese amor devuelta.
Si lo que buscas es ver una película que sea demasiado real, muy allegada a lo que es la vida, entonces no podés dejar de ver
Blue Valentine.
