Vi muchas cosas en vos que ni siquiera eran necesarias de ver, porque las estabas haciendo. 

Lost in time...

Me perdí en el tiempo. Por un momento, dejé de pensar y solamente me concentré en la música que se postraba en mis oídos como un susurro relajante. Cerré los ojos y deseé estar en otro lugar, uno donde no existan estos conflictos de adolescente. Puedo llegar a ser una reina del drama cuando quiero, realmente no se me da muy mal. No obstante, hoy solo me recosté y dejé que la música me transportara a otro lado... Y me entregué al sueño. Así que, la angustia desapareció durante esa media hora. Soñé algo que no me acuerdo, me relajé y me perdí en el tiempo. En el valioso tiempo que frecuentemente me veo desperdiciando tomando una siesta o agregándole más drama a esta vida monótona.

Montaña Rusa.

Te beso en la frente, en el cuello, en el brazo... Te beso, y tus labios se arquean en esa sonrisa que adoro y en tus ojos se asoma ese brillo particular. Me acerco más a vos, sin dejar que ni un centímetro de mi cuerpo quede lejos del tuyo, y te observo mientras dejo que me mires también. Pero no puedo mantenerte la mirada fija por mucho tiempo... Temo que me descubras, que de algún modo seas capaz, en ese breve instante en que nuestros ojos se cruzan, de leerme la mente y solo entonces puedas ver cuanto el estar así, tan juntos, puedo provocarme. Ya casi sabés lo que pienso sin decirlo, sabés que lo pienso pero no te lo digo... Así como también no dejo de sorprenderte, y vos disfrutás de volver a conocer una y otra vez a esta chica que siempre estuvo ahí pero que no podías ver. No nos vimos antes, no de la forma en la que nuestros ojos se están viendo justo ahora, esa sonrisa de "nene" y la luz en tus ojos son nuevas para mí, las sé apreciar. Podría definirnos como una montaña rusa: excitante, temerosa, arriesgada, llena de vitalidad. Es increíble cuanto las vueltas de la vida nos pueden sorprender.

La sonrisa de mi pequeña hermana.

La estoy viendo ahora, a mi pequeña hermana, está sonriendo y cantando a la par del video que ella misma se grabó cantando. Disfruta de la compañía de esa payasa que le canta desde la pantalla de mi celular, y se ríe y sonríe. Yo estaba muy metida en mi mundo, viendo una serie en Internet, pero aquella sonrisa de admiración que se presentó resplandeciente en su rostro interrumpió mi concentración por completo. Mientras la veía, pensé: "Ojalá esa sonrisa dure una eternidad. Ojalá ese amor por ella misma permanezca siempre así, que no le importe ponerse en ridículo mientras esa payasada le haga sacar una y mil sonrisas". Observé a mi hermana con admiración, y envidié por unos segundos esa auto aceptación sobre su persona... ¿Por qué yo no puedo sentirme así? Siendo chica, ¿lo habré sentido alguna vez? Hay tantas cosas de mí que desconozco... Pero hoy encontré una cosa nueva: dejé a un lado lo que estaba haciendo para admirar esa sonrisa.

Pleace, stay.

Así que se toma el atrevimiento de entrometerse en mi vida, sin aviso, y yo dejo que la sonrisa sea una visitante frecuente. Cuando miro al pasado, me pregunto cómo fue que no lo vi venir antes, pero, de algún modo, siempre lo supe: que llegó para quedarse.