El mundo giró a nuestro alrededor sin historias que vivir.
Mil recuerdos se apagan.
Aún quedan las cenizas antes de arder en llamas.
¿Quienes somos?
¿A qué le tememos?
Hay un final para esta historia que nunca fue escrito.

Skylar Grey - Wear Me Out

martes, 23 de abril de 2013

I love you now. I will love you forever.

Sonríeme, ámame y bésame una vez más. Haz que mis sueños parezcan absurdos al tenerte a mi lado, y ayúdame a creer en ellos. Enséñame a perdonarte cuando me hallas fallado tal como te ayudaré a perdonarme por mis defectos. Demuéstrame que me quieres, pero sobre todo demuéstrame que me amas. Arrepiéntete de estar a mi lado y arrepiéntete una vez más cuando pienses eso. Confía en mí así como yo confío en ti, y desconfía también. Quédate cuando te pida que te marches, ríete cuando te diga que te odio, abrázame cuando tenga frío y bésame cuando diga que te amo. Haz de mi vida una tormenta pero por sobre todo un cielo. Quiéreme así como yo te quiero. Y en el momento en que digas basta, dímelo pero no lo ocultes de mí, porque en cuanto te quedes deseando irte harás que pensemos que todo lo anterior jamás valió la pena o pudo significar algo. Jamás me prometas que estaremos juntos por siempre porque el futuro es algo que no podemos descifrar, solo promete que me serás fiel mientras me ames, y que cuando no lo seas, prométeme que me lo harás saber por más que me duela.
Sonríeme, ámame y bésame una vez más. Porque el tiempo es corto, las agujas del reloj pasan rápido y en cuanto menos lo piensas estarás sentado sobre tu cama preguntándote como habría reaccionado yo si me hubieras besado, que habría contestado si me hubieras dicho eso que tanto quisiste decirme. Así que olvida el orgullo para cuando lo necesites de verdad, así como yo lo olvidaré. Te sonreiré, te besaré y te amaré. Aunque ya te amo ahora. 

sábado, 20 de abril de 2013

History: Un imposible casi posible


Miró hacia la ventana. No estaba lloviendo, ni tampoco el vidrio estaba empañado, eran sus ojos los que estaban cubiertos por lágrimas. Si la vista no le fallaba, estaba segura de que el gato que acababa de pasar sobre el techo de la casa de enfrente era el de su vecina Estefania. Dicen que las mascotas se parecen a sus dueños, y esta se parecía mucho a su dueña. Estefania era algo reservada, no tímida, sino que actuaba como si no le importara conocerte, y, al igual que su gato, nunca estaba en su casa. Eran raras las veces en las que las dos chicas se cruzaban, pero en todas ellas Estefania nunca se tomó la molestia en saludarla. Por lo que Julia tampoco se molestó en hacerlo. Aunque no le gustaban los gatos, tenía la necesidad de que Mufin (así se llamaba el gato de Estefania) se acercara a su ventana. Se imaginó a ella misma en la misma posición en la que estaba ahora (sentada con las piernas contra su pecho y sus manos abrazándolas) con Mufin en su regazo para poder acariciarlo. Aunque lo que realmente quería era que alguien la abrazara. No importaba quien, solo lo deseaba. Así mismo que también tenía el desesperante deseo de que nadie entrara a su cuarto y la viera en ese deplorable estado. Asi que se quedó con la primera opción: que Mufin apareciera en su ventana. Pero el maldito gato (como lo acababa de insultar) desapareció entre los otros techos de las otras casas. Y se sintió aún más sola. La única componía fiel que tenía eran sus lágrimas, las cuales este año se hicieron notar. Años atrás Julia no sabía que podía llorar tanto. Creía que hacer eso era un pérdida de tiempo. Pero este año encontró en ello una salida. La primera vez que lloró en el año fue en Enero, cuando discutió con su papá, misma razón por la que lloró la tercera vez, que fue el día de Pascuas. Ambos estaban en el auto rumbo a la casa de unos parientes con su hermano menor de siete años de edad (nueve años menor que Julia). Apenas su padre estacionó el auto frente a la casa de su familia, discutieron, y Julia bajó tratando de contener el llanto pero no pudo, y cuando su tío salió a abrirles la puerta, la joven comenzó a caminar hacia otro lado. No dijo ni una palabra y nadie le pidió que se detuviera, solo siguió caminando sin siquiera saber bien que era lo que estaba haciendo. A mitad de cuadra giró sobre si para ver si su padre y su hermano habían entrado a la casa, y al confirmarlo se echó a correr hasta llegar a un parque y encontrar un lugar donde nadie pudiera verla. Lloró, lloró y volvió a llorar. No podía detenerse y tampoco quería hacerlo. Escuchó unas voces femeninas detrás de ella y volteó a asegurarse de que no le estuvieran prestando atención (aunque quería que alguna la escuchara para poder contarles lo sucedido y así poder insultar a su padre. Pero nadie la escuchó ni la vio, o fingieron no hacerlo). Era pascuas, un día de celebración en familia, ¿quien querría arruinar su día prestándole atención a una adolescente con problemas? Una vez que dejó de llorar, del bolsillo de su pantalón sacó su celular y se fijó si el maquillaje se le había corrido. Pensó en volver a la casa de sus tíos pero sentía que pronto volvería a llorar, además de que no tenía ganas de verlos. Decidió seguir caminando, y, para pasar el rato, con su celular comenzó a tomar fotos del parque. Un chico que andaba en bicicleta venía frente a ella. Se miraron por un segundo pero de inmediato Julia apartó la vista cuando él le sonrió. Pensó en correr tras el chico y decirle algo como esto: "Hey, se supone que es un día de fiesta ¿no?, que hay que estar feliz y en familia. Pero yo no estoy con mi familia, ni tampoco estoy feliz. ¿No te gustaría estar conmigo un rato?" A lo que pensó que él le respondería que sí, caminaría con ella, y luego de besarla durante un largo rato, retomaría su camino. Pero después de voltear a verlo siguió caminando con la esperanza de volvérselo a cruzar. Aunque eso nunca pasó. Cuando había bajado del auto, además de tener el celular en sus manos, también tenía sus auriculares, asi que se los puso y subió la música a todo volumen. Recibió un mensaje de su papá pidiéndole que volviera, a lo que ella le contestó que lo haría, pero pasaron unos cuantos minutos y, esta vez, su padre decidió llamarla. Julia esperó unos segundos, se aclaró la garganta y pulsó la tecla "contestar". Una vez más su padre volvió a pedirle que regresara, y, de nuevo, Julia le dio la respuesta que él quería escuchar, pero que no sería realizada durante otro largo rato hasta que tuvo que regresar porque su celular se estaba quedando sin batería, y aunque le agradaba la rebeldía de no obedecer a su padre, sabía que si algo malo le pasaba tenía que tener su celular activado. Asi que volvió solamente para cargar el celular con la intención de luego volver a desaparecer. El resto fue que su padre la trató como si nunca hubieran discutido y sus tíos le hicieron una broma preguntándole si había tardado en llegar el colectivo.
Y la cuarta vez en la que lloraba era esta. La cual, supuso, no sería la última. ¿Por qué estaba llorando? Era algo confuso. Ella sabía el por que, pero no entendía la razón. Como cualquier chica había alguien que le gustaba. O incluso era más que gustar. Almenos así era como lo sentía. Podrían estar juntos de no ser por el pequeño gran detalle de que "él" tiene novia y... Ella también. No estaría llorando si no tendría ningún lazo que lo uniera a él. Pero, lamentablemente, lo que los unía era la amistad. La misma que no quería perder porque, de lo contrario, lo perdería a él. Claro está que su amor por Santiago (su novio) no es verdadero. Sí, le parece lindo. Hasta en algún momento se vio atraída por él, pero hiciera lo hiciera, apareciera quien apareciera, no podía dejar de pensar en su "amigo", y sentirse fatal al pensar que nunca podría ser quien quiere ser cuando está con él, ser "su" chica. Es  inevitable para ella sentirse totalmente fuera de otro mundo cuando está con él. Si pudiera controlar sus sentimientos, pensó, todo sería más fácil. No sufriría, no lloraría, ni lo amaría en secreto. Definitivamente no existiría el dolor en ella si pudiera controlarlos. Se preguntó para que existía tal mal. Y, seguido a ello, se preguntó por qué existía el amor. ¿Por qué una persona no podía encontrar con facilidad a su "media  naranja"? ¿Por qué tenía que sufrir primero, pasar por tantos chicos que solo serían pasajeros? Julia deseaba que lo que sentía por Fabian no fuera en vano, y podía decir con certeza que si tuviera una chance, almenos una posibilidad para cumplir lo que anhelaba, se la jugaría por él. Le confesaría su amor sin importar las consecuencias. Lo haría, porque no querría preguntarse luego: <¿Y si sentía lo mismo por mí?> Sin embargo, sabía que para empezar una nueva historia debía terminar con otra. Lo que implicaba dejar a Sebastián. Ese sería el primer paso para alcanzar su felicidad. Para tener la posibilidad de ser amada por el chico a quien amaba en secreto.
Y el segundo paso sería confesarle a Fabián, sin más imprevistos, lo que sentía por él. Se llevó las manos a los ojos, secó las lágrimas, que ya eran pocas, y respiró hondo. Dio un brinco y se puso de pie, y cuando iba a salir de su cuarto escucho el ronroneo de un gato. Precisamente el ronroneo de Mufin que ahora estaba sobre la ventana de la habitación de la joven. Julia sonrió y decidió sentarse nuevamente junto al gato de su vecina. <Si vos viniste a mi ventana-dijo a Mufin-, entonces puede que tenga una posibilidad con Fabián-sonrió-. ¿Que te parece?-le preguntó y, no sabía si a modo de respuesta, Mufin le levantó la mano con el hocico para que volviera a acariciarla-. Espero que sí-dijo de manera esperanzada y luego repitió:- Eso espero.>>

viernes, 19 de abril de 2013

Sálvame

Preguntas sin respuestas
Excusas para el amor.
Silencios que hablan de ti. 
Palabras que te aclaman. 
Dios sabe cuantas veces desee retroceder en el tiempo.
Si él fuera tu amigo podría contarte la pena que llevo dentro. 
Hasta incluso convencerte de que el perdón es la cura del alma.
Pero como no se de su existencia
lo anterior puede parecer una incoherencia. 

Futuros inciertos 
Pasados eternos. 
Quien sabe a donde nos llevarán. 
Tal vez nuestros caminos se crucen en algún tiempo.
Así como nuestras miradas se cruzan a diario. 
Escribir de ti es fácil 
No tanto como ocultar estas palabras.

Olvidar es difícil cuando no quieres hacerlo.
Y mirar hacia adelante es arriesgado
cuando tu alma permanece en el ayer. 

Preguntas inciertas.
Excusas del pasado. 
Silencios que hablan de ti. 
Quien sabe a donde nos llevarán. 
Guíame hasta ti. 
Guíame a la salvación.



miércoles, 17 de abril de 2013

Deberías dejarme ser libre.


Le soy débil a tus besos, los siento un arma mortal. Es un maldito veneno que llega entre tus afectos. No hay lluvia sin una buena tormenta y sin una buena lluvia no beberé en este desierto.
Puedo ser inmortal, fuerte aunque caiga. La luz después de un día de oscuridad. Puedo construir mi propio puente a la felicidad porque te soy inmortal. Porque te soy inmortal. 
Un beso seco con un gusto a licor. Una caricia, un abrazo y una flor. Son signos de paz que no dejan la tranquilidad. Es tu presencia la que daña mi ser, pero esta mujer será siempre fuerte. Y no volverás a dañarme otra vez. No seré yo la que sufra esta vez. No hay nada de malo en mí, y no dejaré que me hagas algo malo a mí. Deberías dejarme ser. Deberías dejarme ser libre. 

miércoles, 10 de abril de 2013

History: Solo mírame II



Cada paso que dí parecieron eternos. Estoy tan lejos de él pero lo siento tan cerca. Puedo sentir su respiración detrás de mí, puedo ver sus ojos aclamando que los míos lo miren y puedo escuchar la peor de las cosas provenir de su boca: su silencio. Ese silencio que puede escucharse. Ese silencio que te cierra las entrañas. ¿Por qué no me llama? ¿Por qué no me pide que me detenga? ¿Todo lo que tuvimos no importó? ¿Lo que sentí, lo que sentimos? Me deja ir como si nunca hubiera existido un "nosotros". Como si hubiera vivido en una burbuja que al pincharse todo lo que había en ella acabó por desintegrarse.
Pero si él me amaba. Lo se. O es lo que creí. ¿Y por qué estoy yéndome si yo también lo amo?
Mierda.
<<¡Por favor vení, por favor vení, por favor vení!>> Dije para mis adentros con los ojos cerrados y mis manos como puños. Como si fuera a golpear a alguien. Pero la realidad me golpeó cuando al mirar para atrás no se vio rastro de él. Es que soy yo la que tiene que volver. Soy yo la que se aleja. Pero... No. No puedo. No tengo el valor suficiente para ir y arriesgarme. Porque en cuanto de el Sí todo será distinto. Lo se. Y el que piense que se trata de un cuento de hadas es un idiota. Tenés que soñar demasiado si pensás que dos personas van a estar juntas para toda la vida.
<<No. Soy mejor estando sola.>>, pensé, y volví a andar por la calle totalmente decidida. Pero cuando quise sacarme la campera vi el anillo en mi mano.
Me detuve. No pude dejar de verlo. Fue entonces cuando como una exhalación ya estaba corriendo hacia su casa. Quiero un "nosotros", porque sin él no soy nada, porque...
Un auto se detuvo frente a mí y salió Bruno. Se veía tan inquieto como yo. Como si los dos hubiéramos corrido una maratón.
   -Bruno, yo...
   -Puedo esperar. Puedo esperar por vos.-Me tomó de las manos-. Se que te es difícil...
   -Bruno-puse mis manos en su cara-, dejame hablar.-Respiré hondo-. No quería esto. No quería siquiera una relación, pero pasó y de repente me vi envuelta en un mundo desconocido que conocía bastante bien. No puedo saber lo que pasará con nosotros, pero si hay algo que se es que...-sacudí la cabeza. Las palabras no salían de mi boca. ¿Por qué no salían?-. Estaba decidida en dejar todo atrás-continué-, y vi el anillo en mi mano. Nos vi a nosotros, te vi a vos. Y acá estoy, actuando como si no fuera yo. Actuando como actúa una mujer que está locamente enamorada.
   -Sabía que no podrías aguantar ni dos segundos sin mí.-sonrió-. Tampoco se si vamos a estar una vida juntos, pero lo que si se es que quiero hacerlo. Quiero casarme con vos porque te amo, y que todos los dioses me castiguen cuando no sea así-gritó como si alguien en el cielo lo escuchara-. Te amo, mas allá de tus errores, de tu pasado, más allá de todo lo que te puedas imaginar.
   -¿Por qué no me pediste que me detenga?-le di un empujón y luego lo atraje hacia mi y lo besé-. Quiero arriesgarme a pasar el resto de mi vida con vos... Sí quiero.