La sonrisa de mi pequeña hermana.

La estoy viendo ahora, a mi pequeña hermana, está sonriendo y cantando a la par del video que ella misma se grabó cantando. Disfruta de la compañía de esa payasa que le canta desde la pantalla de mi celular, y se ríe y sonríe. Yo estaba muy metida en mi mundo, viendo una serie en Internet, pero aquella sonrisa de admiración que se presentó resplandeciente en su rostro interrumpió mi concentración por completo. Mientras la veía, pensé: "Ojalá esa sonrisa dure una eternidad. Ojalá ese amor por ella misma permanezca siempre así, que no le importe ponerse en ridículo mientras esa payasada le haga sacar una y mil sonrisas". Observé a mi hermana con admiración, y envidié por unos segundos esa auto aceptación sobre su persona... ¿Por qué yo no puedo sentirme así? Siendo chica, ¿lo habré sentido alguna vez? Hay tantas cosas de mí que desconozco... Pero hoy encontré una cosa nueva: dejé a un lado lo que estaba haciendo para admirar esa sonrisa.