Me siento herida y me siento usada. Me siento como una flor marchitada, arrancada de la tierra. Quise llorar y lloré, y entonces arranqué los pétalos del ramo que me regalaste y te maldije. Los maldije a los dos. Me siento gastada, quebrada, lastimada. Siento que perdí el control y que en vez de reencontrarme me des-encontré. Todo lo que quiero es volver el tiempo atrás y actuar de otra manera, porque así sufriría menos. Si tan solo hubiera dejado los consejos a un lado y escuchado a mi sabio cerebro... Si hubiera actuado bien no me sentiría gastada, usada y mucho menos herida. Pero pasó, me llevó a cantar su canción y en él quedó mi inocencia. Allá, muy lejos, en aquella habitación la nena se hizo mujer. Allá o acá, es lo mismo, en ambas partes me sentí una mierda. Y no preguntes si estoy bien porque no lo estoy y no me creas cuando te mienta. Estoy fingiendo que todo esto me agrada mientras sueño con volver a la inocencia.
Cerrá los ojos y pensá en algún lugar.
Cerrá los ojos y pensá en algún lugar.