El amor es un imprevisto... El amor es dos amigos dándose cuenta que sienten un aprecio mayor al que estaban acostumbrados, que se rozan con total facilidad, sin tener que pedírselo a su cuerpo porque este reacciona por si solo. Dos amigos que encontrándose con sus ojos se preguntan si siempre fueron de ese color, y por qué no lo habían notado antes. El amor son esos pequeños gestos, como los de él, que juguetea con el pelo de su amiga y esta encuentra divertido que él se entretenga de esa forma, o los
te quiero al terminar una conversación a altas horas de la noche antes de irse a dormir, pero que en la oscuridad ninguno de los dos duerme. En la oscuridad se extrañan, se sienten solitarios, vacíos, deseando que la otra persona estuviera recostada a su lado, besándose, acariciándose la piel, expresando su amor sin tener que emitir una palabra, siendo capaces de verse aún con los ojos cerrados. No obstante, son amigos y ¿qué clase de amigo pensaría en estas cosas como besarse? Y esos
te quiero que se lo dicen de verdad... Esos
te quiero guardan un significado mucho más fuerte que ocho simples letras. Esos
te quiero son de dos personas que solían ser buenos amigos pero que por alguna EXTRAÑA, RARÍSIMA e INCOMPRENSIBLE razón se sienten atraídos el uno con el otro y que hasta en los sueños más locos se aclaman.
El amor es un imprevisto.
El amor es el silencio mejor guardado. Aquel que se oculta en los ojos de las personas, que se delata con miradas hambrientas, suspiros eternos y hormigueos aterradores.
El amor es un mentiroso nato, sino mirá lo bien que puede ocultarse bajo el disfraz de unos muy buenos amigos.