Quererte o no.

Quererte o no... es una constante duda. Si mantengo intacto este sentimiento me siento una tonta, porque pienso que el que me mire nunca va a pasar, y, si me decido a olvidarlo, de pronto se me cruza la posibilidad de que quizás haya una esperanza oculta en alguna parte. Y la misma viene y va con cada gesto, con cada mirada o cada sonrisa. La esperanza aparece cuando me mira, cuando me sonríe, pero se esfuma cuando me ignora. Estoy atascada en una pregunta. Entre la respuesta que mis oídos quieren escuchar. Entre avanzar o dar fin a esta historia. ¡Que digo historia! La misma empezó y terminó ya hace tiempo. Y dicen que el dolor se cura con el paso de los años, que se puede olvidar si solo se esperaba a que el tiempo pase... Justamente lo único que hago es eso: esperar a que pase como si se tratara de un acto de magia. Pero si no apreto el botón "borrar", olvidarlo se me va a ser muy difícil.
La verdad es que tengo miedo. Miedo de dejar todo atrás, de dar vuelta a la página. Él fue una parte importante de mi vida. Por eso mismo, fue.
Quizás sea el momento de apretar ese botón de una vez por todas.