El mundo giró a nuestro alrededor sin historias que vivir.
Mil recuerdos se apagan.
Aún quedan las cenizas antes de arder en llamas.
¿Quienes somos?
¿A qué le tememos?
Hay un final para esta historia que nunca fue escrito.

Skylar Grey - Wear Me Out

miércoles, 9 de abril de 2014

Ejemplo de vida: Elizabeth Joice.


¿Qué acto más noble que el de dar la vida por un hijo? Eso fue lo que Elizabeth Joice hizo. Decidió dejar de tratar su severo cáncer para poder dar a luz a su beba. Si bien al comienzo del tratamiento la mujer de 36 años fue mejorando, los doctores le dijeron que, como consecuencia, no podría tener hijos. Sin embargo, la joven quedó embarazada. Y junto con la buena noticia llegó otra mala, el tumor había vuelto aparecer. Elizabeth tenía dos opciones: o someterse a más controles o abandonarlos para que su beba pudiera nacer. Así decidió atenerse al cuidado de su bebé.
La beba nació por cesárea predeterminada a los siete meces de embarazo, en buena salud; pero su madre falleció semanas después de dar a luz.
Lo que Elizabeth Joice hizo fue un acto de amor verdadero. El de darle vida a este bebé que estaba esperando junto con su marido, sabiendo que su propia vida estaba en riesgo. Esto ocurrió en la ciudad de New York, y hoy y siempre esta mujer será un ejemplo a seguir. Una persona que tuvo tanto amor dentro suyo no puede pasarse por alto.
Según la página del diario Clarín, algunos amigos de la pareja comenzaron a juntar fondos para la familia, y en los próximos meses, saldrá un documental titulado 40 semanas, que recorrió el duro embarazo de Elizabeth y la historia de amor de ambos. 

Fuente: Clarín.com