El mundo giró a nuestro alrededor sin historias que vivir.
Mil recuerdos se apagan.
Aún quedan las cenizas antes de arder en llamas.
¿Quienes somos?
¿A qué le tememos?
Hay un final para esta historia que nunca fue escrito.

Skylar Grey - Wear Me Out

domingo, 16 de diciembre de 2012

Cuando crezca quiero ser la madraza que ella es


Ahora lo veo todo tan claro. Quién lo da todo por mis hermanas y por mí. Ahora puedo decir con certeza que mi mamá se la juega por nuestra felicidad a pesar de que el dinero no le alcance para comprar la casa que siempre soñó, tanto para ellas como para nosotras, pero que decide alquilar un bello y grande departamento para que nos sintamos cómodas en el. Ella es quien nos alienta para rendir las materias que con mi hermana nos llevamos, la que tiene que aguantar algunas de mis contestaciones, la que le compra ropa nueva a guada o la película de Campanita, la que en Enero nos va a llevar de vacaciones a las Toninas sin importar los gastos que tendrá que pagar del micro y la casa donde vamos a pasar las últimas dos semanas de ese mismo mes, y la que siempre me promete que vamos a salir de esta. Y es la primera vez que confío en esas palabras porque por primera vez puedo mirarla y ver a la mujer que se arriesga por nosotras sin importar cuanto tenga que hacer para ello. Solo lo hace. Mudarnos es un buen y gran cambio. Ayer, cuando fuimos a ver el departamento, salió enamoradísima de este, y cuando llegamos a casa, después de hacer cuentas y hablar con mi tía, nos dijo contenta: "Nos mudamos". Con una sonrisa de oreja a oreja, y los ojos que le brillaban. Su alegría podía iluminar toda la habitación y me encantó verla así, porque después de tantas cosas que pasaron, este orgullo suyo se sintió verdadero. Por primera vez las cosas le están saliendo bien, y eso me enorgullece a mi como hija, pero también me enorgullece llamarla mamá con un amor incondicional. Me acuerdo que de chiquita le confesé que cuando crezca quería ser como ella. Sin embargo, ese deseo fue desvaneciéndose con el paso del tiempo y, ahora, es totalmente distinto. Puedo volver a decir que cuando crezca quiero ser la madraza que ella es. ¡TE AMO VIEJA!