Lo detengo tocándole el hombro cuando está yéndose hacia la puerta. Él se gira hacia mí, quiere decir algo pero yo no dejo que lo haga. Deslizo lento mi mano por su brazo hasta que esta se funde con la suya. Luego dirijo mi otra mano hasta su cuello, y lo miro a los ojos sin saber bien que era en verdad lo que estaba haciendo. Demian pasa sus manos por mi cintura y yo rodeo su cuello con mis brazos. Nos acercamos más uno del otro dejando que nuestros cuerpos se vuelvan uno solo. De ahora en adelante sabemos lo que va a pasar.
Miro sus labios deseosa de ellos, y es el
momento en el que se que debo cerrar los ojos y dejar que me bese. El escalofrío
mas intenso que he sentido jamás se apoderó de mi cuerpo cuando llevó sus
labios hacia los míos.
Estoy sintiendo a mi corazón latir a mil por
hora.
Él me estrecha aún más contra su cuerpo, y yo
lo acaricio suavemente provocando que me bese con más intensidad. Acto
siguiente siento que debo decírselo:
- Te amo.
A lo que él
responde:
-
Pensé que nunca lo dirías.
Luego de esas pocas
pero grandes palabras me acaricia corriéndome el pelo de la cara.
-
Sos
hermosa.- Dice, sin quitarme los ojos de encima.
Yo le sonrío y le pregunto:
-
¿Por qué
justo ahora y no antes?
-
¿Qué
cosa?- Me mira sin entender.
- Que me
arrepiento de no haberte querido desde el principio. Digo… siempre te quise,
pero no de esta forma.
- Supongo que me tenías que hacer sufrir un poco.
Los dos nos reímos.
Me quedo mirando lo hermoso que es.
¿Qué era lo que me
pasaba? Tenía ante mí al mejor chico que se me podría haber cruzado, y no lo
había visto hasta que tuvo este simple gesto conmigo.
¿Quien diría que podría encontrar en Demian a un hombre de verdad?
Ahora encuentro en sus brazos la protección que necesitaba. El amor que estaba esperando.
Ahora encuentro en sus brazos la protección que necesitaba. El amor que estaba esperando.