Hace unas horas me puse a pensar en el "chico de rastas" que vi unas veces en el colectivo. Se tomaba el mismo colectivo que yo, en la misma parada, a la misma hora. Me había parecido lindo desde el momento en que lo vi. Por desgracia nos cruzamos unas 4 veces, después desapareció.
Podría decir "está bien, es solo un chico", pero no puedo decirlo. Es que una noche soñé con él, soñé que estábamos juntos, que el me abrazaba, me miraba, y que a mi me gustaba verlo a los ojos. Esa calidez que sentía cuando nuestros ojos se cruzaban, ese hormigueo era único. Fue como si lo estuviera viviendo en carne propia. Por eso es que no digo "es solo un chico, ya fue". Me gustaría verlo otra vez, o, al menos, soñarlo.